Incertidumbre, frustración, preocupación, ansiedad, impotencia, son solo algunas de las emociones más comunes que como líderes enfrentamos. Desde lo personal y lo profesional nos topamos con situaciones complejas que requieren acción de nuestra parte. 

La gente acude a nosotros por respuestas y guías que a veces desconocemos. No tenemos la receta perfecta para enfrentar exitosamente cada situación, pero si conocemos de algunas estrategias esenciales que puedes aplicar en tu liderazgo para lograr una mayor efectividad.

Empieza contigo: no puedes dar de lo que no tienes. Empieza con tu propia estabilidad mental y emocional. Ármate de todas las estrategias posibles (yoga, ejercicios, leer, dormir, reflexionar, ver una buena película, comer en familia, jugar con tus hijos) que te ayude a ver la situación desde un ángulo más positivo y con una mentalidad de oportunidad en lugar de crisis. Inclusive atrévete a cambiar tus palabras hacia las más positivas posibles y cuida la información a la que te expones.   Te recomendamos hacer un inventario de tus preocupaciones, definir cuales tienes en tu zona de control (aquello que puedes impactar) y hacer un plan. Eso libera la carga y te permite ocuparte en lugar de preocuparte. 

Conexión y Comunicación: siempre ha sido relevante pero ahora toma un carácter crítico mantener a tu equipo informado.  La falta de información genera incertidumbre que a su vez causa ansiedad y estrés. Evita este gasto de energía y mantente cercano(a) a tu equipo empatizando con ellos, brindándoles tu apoyo, escuchando sus necesidades (sin que esto signifique resolverlas todas) y haciéndote vulnerable reconociendo ante ellos que tu también atraviesas por emociones diversas.   

Intensifica las instancias de comunicación con tu equipo. En ocasiones un chat preguntando ¿cómo estás? es suficiente, en otras será una reunión en la que cada miembro comparta como se siente y que está haciendo para salir adelante. Conexión y Comunicación es primordial. 

Confianza: más fácil decirlo que hacerlo y es la nueva situación a la que todos nos estamos enfrenando ahora. Tener la confianza en colaboradores que antes supervisabas de manera presencial y directa y ahora están en modalidad teletrabajo es el reto, sobretodo si antes no trabajamos en generarla.   

Genera un propósito común con el equipo, pónganse de acuerdo en qué quieren lograr para estos próximos meses como equipo y con eso mano aclaren roles, responsabilidades y hasta la nueva rutina de reuniones e interacciones; armen su nueva cultura. Permite que tu equipo se involucre y forme parte de la generación de ideas para torcer la curva de los resultados  hacia arriba y salir adelante.

Ser parte, crea un compromiso mayor y aprovechas de paso las ideas que puedan marcar la diferencia.  

y loRecuerda que el trabajo no es donde estás, ni la cantidad de tiempo que ocupas; es lo que haces  y lo que resulta de eso que haces. No hay nada más efectivo en el resquebrajamiento de la confianza que el seguimiento continuo y no hay nada más desmotivante que la falta de confianza. Aléjate de esta zona de peligro y atrévete a confiar en tu equipo armándote de un propósito común, estableciendo una nueva cultura de trabajo, involucrando a tus colaboradores y apalancándote de herramientas / metodologías para el manejo de proyectos y tareas de forma virtual y colaborativa.

Un nuevo contexto requiere una nueva forma de hacer las cosas, un nuevo estilo de liderazgo que sirva de timón para mantener o generar nuevos rumbos en los que lleguemos salvos a nuestro destino.

Ahora es el momento de replantear cómo estás haciendo las cosas, tú tienes el poder de decisión y elección entre congelarte o accionarte con la plena conciencia de que tienes un impacto directo en ese equipo que hoy más que nunca depende de ti y tus acciones.  ¡Confiamos en ti!